Movimiento Skin y
nacional-socialismo
Con estas líneas voy a dar mi particular visión de lo que el Movimiento Skin representa para el Nacionalsocialismo, como ideología y como welstanchaung o “cosmovisión propia”.
En primer lugar es de suma importancia aclarar que esta crítica es un ataque directo a un movimiento y no a unas personas, que en muchos casos puedan ser camaradas a pesar de pertenecer o llevar una determinada estética.
En segundo lugar recordar y afirmar que el Movimiento Skin es un PRODUCTO de este sistema, nacido en el seno del sistema y como respuesta directa a problemas de integración y adaptación a este sistema. En un sistema amparado por nuestras ideas y valores no tendrían cabida este fenómeno social reaccionario de injusticias sociales. Conformado salvo honrosas excepciones por inadaptados, o por jóvenes engañados que son utilizados por el propio sistema para dar la imagen que a este interesa.
No voy a entrar en los gustos o mal gustos de la música RAC, pues además de haber un poco de todo, no es el fenómeno musical el que en este texto pretendo comentar. Los temas musicales de ser transmitidos en un lenguaje cercano a la juventud actual, no sería el problema al que me quiero referir. Tampoco, aún siendo dañino para la juventud, el abuso de alcohol habitual en estos ambientes es lo peor para nuestras ideas, ya que el abuso de alcohol, e incluso drogas es una lacra social que abarca gran parte de la juventud actual, sin distinción prácticamente de ideologías. Y es el resultado de un plan de aletargamiento social y distracción premeditada que nuestros gobernantes fomentan.
Lo que más pesa sobre el movimiento skin y que perjudica nuestras ideas, es la utilización desmesurada e irreverente de nuestros símbolos mas sagrados, vinculándolos a actitudes amorales y despreciables. El sistema tiene claro quien es su enemigo, y sabe que con las armas mediáticas de que dispone, puede tenerlo controlado tan solo manipulando la imagen de este, vinculándolo a actitudes violentas, satanizando ideas que “asumen” elementos despreciables socialmente. Cada vez que una persona que porta nuestros símbolos actúa sin ética, su estética es utilizada para estigmatizar nuestras ideas. Por tanto toda persona que no sea digno de portar tales símbolos debiera ser despojada de estos de forma radical.
Somos socialistas, anteponemos el bien común al particular, y si luchamos para despertar en la sociedad los valores que somos portadores, nunca lo lograremos con actitudes sectarias, violencias gratuitas, modales obscenos, abusos de drogas de cualquier tipo y formas canallescas de mostrarse a la gente.
Somos y debemos ser damas y caballeros comprometidos con un ideal. Salvaguarda de valores eternos y guerreros por la justicia social. Nuestra radicalidad nace de nuestra convicción y de nuestro amor a nuestra tierra, nuestra raza y nuestro credo. Los sociópatas, inadaptados, gamberros, delincuentes, marginales y resentidos, no tienen lugar en nuestras filas. No somos hijos del odio a lo foráneo, somos hijos del amor a lo propio. Defender nuestras tradiciones, nuestra identidad, nuestra raza y nuestra patria es un derecho y una obligación. Y si para ello debemos acudir a la violencia no dudaremos en emplearla como último recurso, nunca como algo deseable, simplemente como lucha por la supervivencia.
No vamos a discriminar a nadie por su estética, pero sí por su ética. No prejuzgamos a camaradas por vestir de una determinada manera o escuchar una música concreta. Pero vamos a ser inflexibles con personas amorales o que usurpen nuestros símbolos o ensucien nuestras ideas con actitudes impropias.
Antes que de una determinada moda, tribu urbana o corriente musical, somos nacionalsocialistas y esto es lo que se le exigirá a cualquier camarada que se acerque a nuestras filas. Y estos camaradas debieran reflexionar sobre a quién beneficia y a quién perjudica el andar por ahí con una determinada indumentaria. No en cada caso particular, pues no dudo, y me consta, de la existencia de camaradas ejemplares con esa estética. Sino como grupo social. Al sistema le hace más daño la edición de un libro que ataque sus mitos, dogmas, contradicciones y mentiras, que la imagen de un skin apaleando a un negro. Esta última actitud además de amoral, solo lleva a la represión del agresor, la demonización de las ideas, y la marginalidad de los delincuentes. El problema no es el negrito que viene a buscarse la comida donde no se le llama, y en el peor de los casos a competir por un puesto de trabajo con los nacionales. El problema es quienes premeditadamente los traen en masa con dos finalidades, la de exterminar nuestra identidad étnica, y la de abaratar la mano de obra.
No hagáis el juego al sistema, combatirlo. Combatirlo con radicalidad pero con nobleza, y con la inteligencia de apuntar a la cabeza. No apuntéis al débil que no deja de ser otra víctima de este complot mundial. Nuestro enemigo ancestral no actúa directamente, no es noble, primero busca el problema y luego lo utiliza en contra de su enemigo. La reacción vandálica está contemplada y ya tienen valorada de antemano cómo utilizarla en su beneficio. Ellos siempre ganan, bueno siempre ganan mientras se les haga el juego. Rompamos con ello y no solo no os dejéis manipular, despertar a los camaradas para que no hagan el juego sucio al sistema.
Salud y Victoria.
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